miércoles, 14 de abril de 2010

EL LADO OPUESTO DE LA CAMA


Vivir en pareja
Uno de los grandes retos del ser humano es aprender a vivir en pareja y ser feliz. No basta solo con la buena intención de proponérselo. Hacen falta muchos “poquitos”, pero sobre todo tenaz empeño e inteligencia sexual, esa capacidad que tiene que ver especialmente con las habilidades que en este terreno las personas pueden adquirir y dominar con el tiempo.
La inteligencia sexual es un conocimiento que se aprende a cualquier edad. Es como desarrollar un sexto sentido para saber quien te conviene o no; no que personas congeniar y con cuales seria desafortunado vivir el mismo techo. Es tambien tener la lucidez de no meterse en arenas movedizas, donde el fracaso se avizora y los infortunios pueden virarte al revés la existencia.
Este nuevo concepto sobre la inteligencia sexual es un aporte de los psicólogos Sheree Conrad y Michael Milburn http://www.sexualintelligence.com/about_authors.html  quienes argumentan que reposa en tres pilares fundamentales: el primero siste en adquirir los conocimientos precisos para adentrarse en la relación de pareja; el segundo consiste en descubrir nuestra propia erótica, averiguar que nos atrae y excita, que preferimos y en cuales facetas de nuestra conducta sexual tenemos dificultades. El tercer pilar del talento amoroso se relaciona con la conexión que establecemos con los demás. Mantener una vida sexual enriquecedora implica a otras personas. Para alcanzar una buena habilidad y dominio de la sexualidad, hay que relacionarse.
A estos tres pilares de la inteligencia sexual propuestos por los estudiosos estadounidenses, me atrevo a añadirle un cuarto componente, y me estoy refiriendo a la conciencia y el grado de responsabilidad de cómo se asuma la vida sexual. Muchas mujeres saben por experiencia propia cuanto cuesta en sufrimientos, pagando incluso con la propia salud, no haber pensado bien las cosas a su debido momento. Haber dicho NO, y seguir adelante con los sueños de amor de novela.
La vida se construye en hilera de experiencias, con sueños y fantasías, pero a su vez, con los pies bien puestos sobre la tierra, porque un simple desliz, una eventual equivocación, puede conducirnos al camino de la desdicha, de los sinsabores que adquiere visos dramáticos. Por ello, es preferible ir probando de a “poquito” cuando no estamos seguras porque la intimidad es uno de los puntos más vulnerables de numerosas parejas.
Alcanzar un autentico y reconfortante acople de pareja en una relación que comienza es el anhelo de mucha gente, sobre todo cuando se cuenta con fracasos en esta esfera. Como ilusión naciente, llena de “química”, y puede resultar si desde el principio la comunicación fluye limpia, incluso antes de ir a la cama. Los silencios y la ausencia de franqueza, abierta, desprejuiciada, tienden a diluir muchos romances.
Como cualquier otro tema de los cuales se conversa, como el interés de determinado deporte, las aspiraciones laborales, los gustos y pasatiempos o hasta ciertas manías adquiridas, el sexo tambien debe ser motivo de plática. En ningún caso es bueno que sea excluido.
Tal y como queremos conocer detalles de esa persona por quien nos sentimos atraídas sobre su historia personal, amistades, familia, costumbres y demás, si realmente deseamos llegar a intimar, con el o ella, es importante tambien para los dos aprender a comunicarse libremente sobre las preferencias sexuales; esto enriquece y profundiza los lazos de afecto y compromiso en una relación sana.
La comunicación sexual entre la pareja no debe pensarse como un atrevimiento inmoral si se conduce con el debido respeto y sensatez propia de la conquista. Cada vez mas las personas comunes, sexólogos y terapeutas sexuales coinciden en que hablar de sexo, incluso antes de formalizar una relación, es un paso importante en el camino de una relación sana.
Mencionare algunos ejemplos: Hay personas que les desagrada tener una pareja que la inmoviliza por medio de cadenas u otras ataduras, se disfraza o travestiza para crear una atmosfera de sexo entre homosexuales. Hay mujeres que gustan de estas escenas y su pareja no, y viceversa. Hay quienes solo experimentan el placer por el ano, o si se les golpea con un látigo en las nalgas, y tambien pudieran ser de los que se excitan con ver a otros. En tiempos en que los juguetes y aditamentos sexuales forman parte del complot erótico de numerosas parejas, se hace necesario preguntar ¿y a ti: como te gusta el sexo? Cualquier practica sexual es valida, siempre y cuando ambos estén de acuerdo; a fuerza, ni los zapatos entran.
Cuando se han sentado pautas de los gustos y preferencias sexuales, el tiempo va acoplando a la pareja al punto de que con solo con mirarse saben lo que quieren y lo que esta pasando. Hay hombres que desde que llegan del trabajo a casa, con solo besar a su pareja, pueden intuir si ella esta interesada por la noche en “formar fuego en la cama”. De igual forma hay mujeres que con solo apreciar la voz y el tacto de su hombre son capaces de percibir si aun esta unido a su proyecto de amor.
Si un hombre y una mujer se unen para alimentar un proyecto de amor y deciden vivir bajo el mismo techo, significa atemperar caracteres, hábitos, estilos de vida. No hay que perder de vista que proceden de diferentes familias, y por lo tanto, cada quien aporta sus rutinas a la vida, viendo juntos hacia la misma dirección… ¿Que significa esto?... Significa que Las costumbres de cada uno requieren una adaptación. Si ambos ceden en aquellas costumbres personales que no son del agrado de la pareja, van tejiendo juntos estilos comunes que fortalezcan la relación y la enriquezcan con la comunicación de pareja http://www.es-asi.com.ar/node/67   y la inteligencia sexual de ambos  http://sexologia.relacionarse.com/index.php/139495 

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