domingo, 7 de febrero de 2010

El Clitoris...la sutileza del tacto.


La palabra "Clítoris" viene del griego “Kleitoris”, que significa “pendiente” o “colina”. El clítoris comparte sus raíces lingüísticas con las palabras clímax y cama. A diferencia del Punto G, nuestro clítoris es mas fácil de encontrar, de ver y no hay un tipo de duda entre los científicos. Una larga serie de investigaciones concluyeron reconociendo que el clítoris es el órgano sexual con mayor capacidad de excitación y goce para las mujeres. Y que era, precisamente, su única función en nuestra anatomía.
Esta situado a varios centímetros de la entrada de la vagina, escondido entre los labios mayores y menores, como protegiéndose quizá por su gran sensibilidad. El clítoris es puro nervio, increíblemente sensible, delicado. Al acariciarlo aumenta de tamaño y desborda una gran excitación sexual.
Su estructura es pequeña, semejante a un pene en miniatura, aunque esto del tamaño varía de una mujer a otra. Su parte oculta se halla bajo el tejido muscular de la “vulva”, palabra que se deriva del latín (volvere) que significa evolucionar, brotar, bóveda y puerta, que es la que promueve las sensaciones orgásmicas que se desencadenan.
Un experto especialista de la web (sexovida.com) comenta que su zona visible esta recubierta por una especie de traje de látex que en realidad resulta un tejido fibroelástico; es la parte esencial del clítoris, el que nos hace danzar a las mujeres hacia el orgasmo, aunque a veces para estimularlo solo es necesario que se acaricie suavemente por encima del monte de Venus.
El movimiento del coito, en ocasiones, alcanza para estimular las sensaciones clitoridianas, pero no hay nada como el contacto suave y experimentado, al punto que muchas mujeres serian anorgásmicas si no lo estimularan con pasión y amor.
Apenas, a veintidós semanas de haber sido gestada, una niña ya tiene formado su clítoris y ese aspecto es el mismo que tendrá cuando la pequeña nazca.
Según estudios anatómicos, el clítoris posee ocho mil terminaciones nerviosas, y en promedio –aunque no lo crean- cerca de la misma longitud que el pene; aproximadamente 10 centímetros… ¡asombroso! Hay más de 3 cuartos del clítoris escondidos dentro de la cavidad abdominal. La parte externa del clítoris, que se llama glande, tiene, en promedio, casi tres cuartos de pulgada de longitud. Mucho de este tejido puede estar escondido dentro de la capucha clitoridea que es análoga del prepucio del pene.
Una concentración de terminaciones nerviosas mayor que en cualquier otro órgano del cuerpo, incluidos los labios, la lengua, la punta de los dedos y me atrevería a incluir los pezones. Debido a su alta sensibilidad, a veces duele, y por ello hay que estimularlo suavemente; de lo contrario, si se aplica la rudeza o se presiona demasiado sobre el, en vez de provocar placeres, crea desagrado. Definitivamente, el clítoris es puramente sexual. Es el único órgano exclusivamente sexual de la anatomía humana. El pene sirve para orinar y eyacular. Y en las mujeres, la vagina tiene lugar la salida menstrual, secreciones y el parto. Y por ultimo, los pecho amamantan; solo el clítoris tiene exclusividad sexual, es su única función.
Tan asombroso fue este hallazgo particular de las mujeres que en un jocoso artículo aparecido en un periódico de Valparaíso, Chile, se dice que primero se descubrió América. Después el clítoris. Eso explica muchas cosas. Descifra la afirmación explicando que fue Colon el que descubrió ese pequeño, pero estratégico apéndice femenino. Pero no el Cristóbal que conocemos, sino Mateo Colon. Al decir del escritor Argentino Federico Andahazi, en su novela, “El Anatomista”, se trata de un medico Italiano contemporáneo y dice; “Mateo Colón fue para mí lo que el "Amor veneris" debe de haber sido para él: si algún mérito me atribuyo en esta obra es el de haber descubierto a Mateo Colón".
Pero volviendo al tema, si bien es relativamente reciente el hallazgo científico, las mujeres estamos desde los albores de la humanidad perfectamente al tanto de la existencia de este órgano. Solo que hacemos gala de la exquisita discreción ante todo lo sexual.
Cierto. Las mujeres nos callamos nuestro descubrimiento erótico. ¿El porque? ya lo sabemos: hemos sido educadas para mantener en silencio todo goce sexual. El temor a que se nos juzgue de putas, libertinas, libidinosas, o peor aun, de padecer esa enfermedad por los hombres conocida popularmente como “fuego uterino”, sella la boca de muchísimas féminas.
Tanto nos ha costado ese silencio firmemente anclado a nuestro subconsciente que, en verdad, ni en familia, y ni con los propios especialistas nos da vergüenza hablar o preguntar cualquier duda relacionada con nuestra sexualidad. Por suerte, una gran parte de las generaciones nuevas están haciendo añicos tales prejuicios y tabúes.
Sea como sea, el clítoris provoca temor en hombres y en las propias mujeres, como por ejemplo; en numerosas sociedades africanas persiste la práctica de extirpar este órgano a las niñas recién nacidas o durante sus primeros años. Cientos de muertes por infección provoca esta tradición que no para.
En nuestras sociedades machistas no se llega tan lejos, afortunadamente. Sin embargo, la palabra “clítoris” ni siquiera se pronuncia con toda libertad. Sobre ella cae una censura más fuerte que si dijéramos el “pene”, “condón” entre otros tantos.
La razón es poderosa. Cuando la mujer descubre su clítoris, prueba sensaciones nuevas y es capaz de ejercer a plenitud su sexualidad. Puede ser “virgen” o no. Lo importante es que sepa que puede tener un orgasmo, y de saber que tiene esa opción personal, que no parte de un guion que estructura o enseña a otro.
Me parece oportuno subrayar que no obstante la importancia esencial del clítoris, el principal órgano del placer sexual es el cerebro, es donde se encarga en procesar los estímulos eróticos que vienen tanto del cuerpo como de la mente. Asi que basta con el tema, de sobra esta decirlo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Cuentanos sobre las reacciones de una mujer que nos pueden hacer saber si tuvo un orgasmo, porque siento que muchas ni siquiera saben, es algo tan distinguible?