domingo, 7 de marzo de 2010

Escribi sobre "Las Fantasias Eroticas"

Hace unos días, navegando por internet me encontré con un sitio que hablaba de las fantasías sexuales. En lo personal me parece que tanto hombres como mujeres resultan bastante parecidos, aunque el común de las personas no lo considere asi. Si no me equivoco, las diferencias se enmarcan en cuestiones educativas porque ellos tienden a hablar más abiertamente del asunto, mientras nosotras seguimos prefiriendo el silencio. No obstante, una vanguardia de mujeres ya rompe lanzas contra esa actitud poderosa, de miedos infundados que nos ha hecho mas daño que beneficio.
Quizá algunas fantasías más frecuentes son: el recuerdo de un amante anterior, el rostro de un actor de cine en cuyos brazos se desearía estar o imaginar un paraje de la naturaleza donde desnudarse y gozar sexualmente son algunas de las fantasías más comunes en las mujeres. También es frecuente inventar, guiadas por la curiosidad o el ansia de novedad, posturas o caricias nunca experimentadas, deseos de dominar o ser sometida; sentirse vulgar o parte de un harén; cambiar de pareja o disfrutar del sexo con más de un hombre a la vez o, pudiera ser también, con alguien del mismo sexo.

“Ella está encima de él, literalmente cabalga sobre su cuerpo, cierra los ojos y se deja llevar por la película que pasa por su mente:
Es Lady Godiva montando con los senos al aire un potro blanco, su piel es acariciada por un sol ardiente. De pronto, unos fuertes brazos la ciñen por la cintura y la depositen sobre la hierba y un desconocido rudo y salvaje la penetra una y otra vez golpeando su pubis,
mientras su boca le lame con fruición los pezones y desliza sus
dedos por detrás buscando el recóndito anillo del ano”.
–desconocido-



Rondan mitos y prejuicios sobre nuestras cabezas. Aunque la ciencia medica hace años insiste que en el campo de la sexualidad no se debe hablar de conductas “normales o anormales”, todavía no hay conciencia masiva sobre ello. Lo que es “normal” para alguien, puede ser “anormal” para otro. Y viceversa. Esto conlleva un juicio de subjetividad. Más bien debemos enfocar la cuestión acerca de conductas sanas o patológicas.
Este juego de soñar despierta, de tener fantasías sexuales, cualesquiera que estas sean, es una conducta sana porque forma parte de la naturaleza de cada quien, y reprimirlas resultaría lo insano. Se podría catalogar de conducta patológica cuando es paralizante, bloquea actividades de la vida cotidiana, se convierte en una obsesión y por tanto daña la salud; tambien cuando perjudica a alguien, compromete en situaciones embarazosas a otras personas o genera violencia.
Si una mujer no esta lista para vivenciar sus fantasías con toda naturalidad, las intenta borrar de su mente y mucho menos desea compartirlas con su pareja o se siente incomoda viendo videos eróticos, no tiene porque considerarse disminuida o anticuada. Es simplemente un problema de gustos y preferencias y todo el mundo tiene el derecho de escoger o no aquello que más le revierte utilidad.
Desde niñas, recordemos, somos bombardeadas con criterios muy severos hacia todo lo sexual. Es preferible dar pasitos concretos y seguros hacia una conducta más desenfadada, que intentar asumir poses que tienden a chocar con nuestro sistema de valores o nuestra conducta moral.
No obstante, es importante puntualizar que ninguna mujer debe sentirse una “pervertida” por agradarle y estimular este tipo de cosas. No tenerle miedo a las fantasías sexuales posibilita otras dimensiones del placer sexual. Comúnmente fantaseamos para hacer todo aquello que no nos atrevemos o no queremos hacer en la vida.
Hay que tener claro que los pensamientos, las figuraciones no son actos. Puedo fantasear, por ejemplo; con determinado hombre, artista, deportista, un compañero de trabajo, un personaje celebre, y esto no quiere decir que he sido infiel a mi pareja –si la hubiere- porque todo ha quedado en mi ser, nada se ha llevado a vías de hecho.
Por medio de las fantasías podemos hacer todo lo que nos gusta; no hay límites, y la imaginación y la creatividad se desbordan. Es un terreno donde nada, esta prohibido y todo puede ser posible, aunque a veces nos provoque una gran incertidumbre. Las fantasías eróticas no hacen daño a nadie. Pueden ser una fuente de crecimiento personal, de autoconocimiento, de placer, de juego, de creatividad que tiende a vivificarse en muchas mujeres a partir de los 35 años, etapa considerada para nosotras como el punto mas alto para el goce sexual, aunque yo particularmente me inclino por la teoría de que es a mediados de los cuarenta, al menos, en mi caso personal asi fue, asi que no tengo porque tomarlo como un patrón generalizado.
Lo que si es verdad es que, a partir de las fantasías, podemos entender muchas de nuestras actitudes relacionadas con la sexualidad. Acompañan a muy variadas actividades sexuales, pero muy especialmente a la masturbación. Algunas investigaciones han arrojado que más del 90 por ciento de los adolescentes y un significante número de hombres y mujeres de cualquier edad, tienen fantasías eróticas durante esa práctica.
Hace algún tiempo leí un artículo del sexólogo colombiano Germán Ortiz quien argumento que frecuentemente las funciones de las fantasías son:
• Originan excitación y pueden provocar excepcionalmente el orgasmo.
• Sustituyen experiencias inalcanzables.
• Aumentan el placer durante la actividad sexual.
• Facilitan la respuesta sexual previa a una experiencia.
• Constituyen una forma de ensayo de experiencias posteriores que producen mayor seguridad a si misma/o sin exponerse a ningún riesgo y con total control.
Las mujeres que saben proyectar sin miedo ni vergüenza sus ensoñaciones eróticas crean un rico mundo que intensifica en gran medida el goce sexual. Sin embargo, hay quienes se reprimen porque piensan que no es adecuado o que se trata de algo censurable, mientras que, si se permiten estimular las fantasías cuando aparecen, se adentran en ellas y las hacen realidad con él, no pondrán barreras al placer, asi que atrevete a soñar despierta.

Mis Labios (poesia)

Mis labios ...
Mis labios te recorren lentamente
mientras te excitas inmensamente
Una inmensa pasión tu placer aumenta
y mi boca dulcemente te atormenta.
Siento el fuego palpitante,
de tu cuerpo vibrante.
Mis labios desciendan suavemente
donde más desea tu mente.
Tu movimiento excitante,
invita a mi boca provocante,
reposar en tu perfumada flor
para despertar todo tu ardor.
Tus pétalos se abren para embriagarme de placer
y mis sentidos no dejan de arder.
Mis labios comienzan una rítmica succión,
acelerando tu emoción,
te estremeces con ansiedad,
y deseo sentir tu humedad.
Mientras tu cuerpo toco,
el deleite te provoco.

Esperando ansioso la transformación,
de tu rostro marcado por la pasión.
Cierta parte en mi se está hinchando,
y mis caderas desean andando,
hacerte sentir muy bien,
en un rítmico vaivén.
Entonces me invitas con pasión
a sentir mareas de emoción.
Tu cuerpo me acelera la emoción
y siento un torrente de pasión,
Sientes el momento culminante
y te apresuras a sentir ese instante,
en un vaivén desenfrenado,
con tu cuerpo caliente y mojado.
Tus flujos se deslizan
y tus gemidos se agudizan.

Un estremecimiento me hace flotar,
y nuevamente me invitas a navegar,
en un mar de placer,
donde mil cosas hacer.
(Autor desconocido)