martes, 16 de febrero de 2010

El Conjuro de los Aromas

"La mujer es como una fruta que solo exhala su fragancia cuando la frotan con la mano.
Toma, por ejemplo, la albahaca: a menos que la calientes con los dedos no emite su perfume.
¿Y sabes, por ejemplo, que al menos que el ambar sea entibiado y manipulado retiene su aroma?
Es igual con la mujer: si no la animas con tus caricias y besos,
con mordiscos en sus muslos y abrazos apretados,
no obtendras lo que deseas;
no experimentaras placer cuando ella comparta tu divan,
y ella no sentira afecto por ti."
Tomado de: El Jardin Perfumado

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